sábado, 10 de diciembre de 2011

EL BELÉN

 Ya que tenemos Belén en el colegio, podríamos aprovechar la ocasión para utilizar esa herramienta tan deseada: vuestros PC'S         ( Personal Computer y Propio Cerebro) para indagar algunas cosas sobre él.
Busca en Internet.

Cuando tengáis las respuestas, mandadlas a
profeticalandaluscordoba@gmail.com y las publicaremos aquí
1- ¿Por qué se llama Belén?
2.- ¿Quién fue el creador del 1er belén?
3.- ¿Cuándo se introdujo esta costumbre en España?
3.- ¿Por qué los Reyes Magos son tres?
4.- ¿Qué regalos llevaron a Belén?
5.- Explica el simbolismo de los regalos.
6.- ¿Qué ciudad dice tener su tumba?

Vamos a aprendernos este villancico de Gloria Fuertes cantado por Paco Ibáñez
 
Ya está el niño en el portal
que nació en la portería,
San José tiene taller,
y es la portera María.

Vengan sabios y doctores
a consultarle sus dudas,
el niño sabelotodo
está esperando en la cuna.

Dice que pecado es
hablar mal de los vecinos
y que pecado no es
besarse por los caminos.

Que se acerquen los pastores
que me divierten un rato
que se acerquen los humildes,
que se alejen los beatos.

Que pase la Magdalena,
que venga San Agustín,
que esperen los reyes magos
que les tengo que escribir.


 y este poema dedicado a los Reyes Magos.

                        El camello cojito de Gloria Fuertes
El camello se pinchó
Con un cardo en el camino
Y el mecánico Melchor
Le dio vino.

Baltasar fue a repostar
Más allá del quinto pino....
E intranquilo el gran Melchor
Consultaba su "Longinos".

-¡No llegamos,
no llegamos
y el Santo Parto ha venido!

-son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.

El camello cojeando
Más medio muerto que vivo
Va espeluchando su felpa
Entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.


A la entrada de Belén
Al camello le dio hipo.
¡Ay, qué tristeza tan grande
con su belfo y en su hipo!

Se iba cayendo la mirra
A lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.

Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban pajarillos-
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.

-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.

A pie vuelven los tres reyes
Cabizbajos y afligidos.
Mientras el camello echado
Le hace cosquillas al Niño.

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